20/11/23

Por Capitán Tolstói

Una introducción que respira suavemente y le hace un guiño a sonidos electrónicos, es la primera canción del álbum Mi Otra Mitad de Gonzalo Ávila. Preámbulo para una colección de canciones rebosantes de romanticismo actual, con un hilo narrativo intencional, que nos pasea por las sensaciones de una relación amorosa.

Gonzalo es dueño de una voz afortunada, que transita un rango vocal medio, que se agradece entre mil productos masculinos que se inclinan a las áreas más agudas de la voz. Una personalidad sonora que se complementa con lo que parece un pearcing que le hace arrastrar las consonantes de sus versos, venidos desde un fondo lácteo que le agrega una cálida distorsión controlada bellamente.

Chispazos de ritmo latino se asoman en AHORA ERES, un R&B cavernoso gracias a la redonda interpretación del bajo eléctrico, que guía una orquestación tradicional, que recuerda los viejos lumpanares de la música, donde la creatividad alimenta a los hongos famélicos de la innovación musical.

Mi Otra Mitad, canción que titula al álbum, es una tranquila balada con tintes jamaicanos que se emparenta con un montón de sencillos construidos desde la fórmula industrial, del hit juvenil de esta era algorítmica. Aunque es la pieza (lógicamente) con más reproducciones de esta producción, está lejos de ser mi favorita.

En su lugar, Te Hallé, me parece una canción notable por la profundidad que Gonzalo consigue con una base simple, acústica, que coquetea con un arreglo de cuerdas y un tímido acompañamiento desde voces sintéticas de acordeón y órgano. A su vez, la lírica narra el momento justo en que el corazón se vence sin ningún motivo racional, frente al reto universal del amor.

Hasta donde sé, Ávila es un joven, un chiquillo a lado de mis largas décadas, que tiene la oportunidad dorada, de crecer su expresión artística en el largo camino de la música. Si acaso me lee, quiero desearle un camino grato y pedirle que no deje de intentarlo. Considero que puede hacerse de un nombre y una carrera.

Y a ti, quien lee estas líneas, te recomiendo pasarte por su perfil de Spotify.

Que la música triunfe.